Le sucedió a su abuelo. Luego a su padre. Finalmente, la desgracia sobre la familia de los Carrillo Fuentes —que ha pagado con sangre— volvió a caer en el clan.
César Isaac Carrillo, nieto de Amado Carrillo Fuentes, el “Señor de los Cielos” —un narcotraficante temido que murió sobre una mesa de operaciones en 1997— falleció durante el desplome de una avioneta en el municipio de Navolato, Sinaloa.
En el accidente, ocurrido a las 11:00 horas del jueves, también perdieron la vida dos personas identificadas como Felipe Baltazar y Gamaliel, de 65 años.
Los datos disponibles indican que las tres personas iban a bordo de una avioneta matrícula XB-LDX, la cual cayó en picada en unos pastizales, quedando totalmente destruida.
Del hijo de César Carrillo Fuentes —hijo del “Señor de los Cielos” asesinado el pasado 18 de agosto—, poco se sabía. El nieto del fundador del Cártel de Juárez, fuera de Navolato era desconocido, hasta el día de ayer que trascendió su muerte.
Según testimonios, el joven de 16 años estudiaba para ser piloto aviador y se dedicaba al modelaje. Un día después del asesinato de su padre, en redes sociales publicó un mensaje: “Un abrazo hasta el cielo apá” (sic).
Con el crimen de César Carrillo Leyva, padre de César Isaac, acribillado el año pasado, se extinguió la dinastía del “Señor de los Cielos”.
En las calles de Navolato, el hijo menor del capo mexicano, era señalado como líder de la organización criminal de Juárez. En agosto del 2020 fue atacado a balazos en una vivienda ubicada en la calle Virgo, de la colonia Alfonso G. Calderón, en el municipio. Su cuerpo quedó en la cochera de la residencia.
Los hijos de Amado Carrillo Fuentes mantuvieron un perfil bajo hasta que fueron detenidos o abatidos.
Vicente, hermano mayor de César, fue conocido cuando lo detuvieron en 2009; y su medio hermano, Luis Fernando Carrillo Navarro, en 2019.
Durante una década, Vicente, conocido como el “Ingeniero”, lavó dinero para el Cártel de Juárez, liderado entonces por su tío, Vicente Carrillo Fuentes, el “Viceroy”. Este joven, quien recurrió a las cirugías estéticas para evitar ser reconocido fue sentenciado en 2016 a siete años seis meses de prisión por lavado de dinero y a tres años más por uso de documento falso, debido a que usaba una credencial de elector a nombre de Alejandro Peralta Álvarez.