Devocional Diario – Un Nuevo Comienzo (21 de Febrero de 2025) Aunque El Fariseo No Quiera Habrá Sanidad Para Ti
Autor: J. F. Encarnación
Versículo Clave: "Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si esta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.". (Mateo 12:9-12 RVR 1960).
Jesús se encontraba enseñando en la sinagoga en día de reposo (sábado), y según los otros pasajes paralelos de los evangelios sinópticos (Marcos y Lucas), "estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha"; y es interesante como todos los pasajes resaltan que los escribas y fariseos le asechaban para ver lo que Jesús iba a hacer, porque según la mala interpretación que ellos tenían de la ley, no era lícito hacer un sin numero de actividades. Pero, el maestro estaba decidido a cambiarle la vida al hombre de la mano, pues Él no se limita por las imposiciones y los prejuicios humanos, cunado Él quiere sanar, Él sana, cuando Él quiere restaurar, Él restaura y cuando Él quiere transformar, Él transforma porque a Él nada lo limita.
Hoy quiero que sepas que, al igual que el hombre con la mano seca, Jesús está listo para restaurar y sanar todo que en ti está seco. No importa como se llame la enfermedad, no importa como se llame tu dolencia, no importan como se llama tu aflicción hoy Jesús quiere sanar todo lo que está seco dentro de ti y darle vida a todo lo que está muerto. Si tu problema es físico, Jesús lo puede sanar esa enfermedad, si tu problema es emocional, Jesús puede sanar tus heridas, si tu problema es financiero, Jesús quiere ser tu proveedor. En todo caso, Jesús en la solución que nos da restauración y sanidad en todo momento.
A veces, las expectativas o juicios de los demás nos hacen sentir indignos de la sanidad y la restauración que Dios quiere darnos. Los fariseos en el pasaje se concentraron más en las reglas y sus erróneas interpretaciones que en el bienestar del hombre, pero Jesús les mostró que el propósito de Dios siempre es sanar, restaurar y dar vida. Si te sientes rechazado, o si piensas que tus luchas son demasiado grandes para que Dios haga algo en tu vida, quiero que confíes en esto: Jesús no se detiene ante las críticas ni ante las limitaciones humanas. Él tiene el poder de sanarte, sin importar lo que el mundo diga. Hoy, Él está listo para sanar no solo tu cuerpo, sino también tu corazón y tu espíritu.
Jesús te llama a extender tu mano hoy. Él no te pide perfección, solo que te acerques con fe. La sanidad y la restauración que Él te ofrece son completas, no solo físicas, sino también emocionales y espirituales. No importa cuántos "fariseos" se levanten en tu vida, ni las voces que te digan que no mereces ser sanado o restaurado. Hoy es el día en que la sanidad viene a tu vida.
