Es cíclico el proceso donde la sociedad valora sus Fuerzas Armadas o simplemente las olvida.
Las instituciones castrenses poco valoradas por la sociedad, a quien deben su razón de existir, son cuerpos armados desmotivados, poco capacitados y a veces poco comprometidos con la ciudadanía.
Es indiscutible, que los conflictos o las urgencias sociales que se presentan en cualquier parte, permiten que se vuelva la mirada a las instituciones castrenses, que independientemente de alguna indiferencia y críticas férreas de una ínfima parte de la sociedad, siempre estén prestos a servir con listeza y empeño.
Esa es la verdadera esencia de las Fuerzas Armadas Dominicanas y compromiso de la mayoría de sus miembros, como todo, con luces y sombras. Pero siempre dispuestos al sacrificio de tiempo valioso con sus seres queridos y hasta sus propias vidas.
A raíz del término de la lucha ideológica, política, económica y militar entre dos potencias mundiales, específicamente durante la llamada “Guerra Fría” que sometió al mundo a tantas tensiones. (posterior a la Segunda Guerra Mundial, exactamente en el año 1947, con Harry S. Truman encabezando el lado occidental y el nefasto Lósif Stalin al frente del lado Este).
Resumiendo estos acontecimientos en una cronología que evidencia esas luchas, las cuales influyeron directa o indirectamente en los cambios de las sociedades del mundo moderno, podemos decir: que Estados Unidos crea en 1949 la Otan, la Unión Soviética para contrarrestar esa alianza estratégica crea en 1955 el pacto de Varsovia, se origina la guerra civil china (1946-1949), Guerra de Corea (1950-1953), Crisis de los misiles en Cuba (1962), Guerra de los (6) días en (1967), llegada del hombre a la luna (1969), Guerra de Vietnam (1955-1975), Guerra Afgano-Soviética (1978-1992), la famosa perestroika y glasnost de Mijaíl Gorbachov (1985-1991) y finalmente la caída del muro de Berlín en (1989).
Es precisamente ese último acontecimiento histórico, que inspira en (1992) a Francis Fucumaya a expresar en su obra “El Fin de la Historia y el Último Hombre” que el fin de las luchas de ideas había expirado y ahora nos vemos frente a una democracia liberal producto de la culminación de la Guerra Fría.
Fucuyama nos dice y cito: “El fin de la historia es el fin de las guerras, conflictos y revoluciones sangrientas, los hombres satisfacen sus necesidades a través de la actividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batalla”.
El lector se preguntará, por qué hago referencia a todo esto? Es simplemente porque de eso, se desprendió la idea suspicaz que aludía a la desaparición de los cuerpos castrenses, ya que no tenía razón de ser para cualquier Estado.
En América Latina, se propagó la idea como pólvora, en nuestro país existieron propuestas mal sanas en ese sentido.
Esa es la razón exacta de la diversificación de roles de nuestras instituciones castrenses, no sólo somos capacitados y entrenados para conflictos bélicos, también nos profesionalizamos en otras áreas desde donde podemos ser útiles a nuestra sociedad (seguridad medioambiental, turística, aeroportuaria, portuaria, vial, búsqueda y rescate, entre otras).
Son esos entrenamientos y capacitaciones que permitieron que entre los días 23-24 de mayo se lograra el rescate perfecto de treinta y dos (32 ) personas , entre ellas mujeres y niños varados en el teleférico de “La Novia del Atlántico” , Puerto Plata.
El país debe saber que tan heroica hazaña fue ejecutada por la Unidad Especial de Reacción Táctica “UERT” del Cuerpo Especializado Para la Seguridad del Metro y Teleférico de Santo Domingo, creada el 15/2/2010, quienes fueron capacitados por la brigada “SIWA” de Colombia en fecha 5/2/2018, mediante el curso “Rescate en Altura en Cable Aéreo”, aquí vimos cumplir el dicho popular “el alumno salió más aventajado que el maestro” ya que en Colombia no han tenido ese tipo de experiencia de rescate vertical .
Hay que destacar que al asumir el General de brigada Manuel Antonio Lachapelle de los Santos ERD, la Dirección General del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro y Teleférico de Santo Domingo se ha enfocado en dos pilares fundamentales para el buen funcionamiento de ese importante cuerpo de seguridad vial: 1.- Reestructuración de la unidad canina K-9 e integración de nuevos ejemplares, utilizados en el sistema de transporte masivo como medida de disuasión y búsqueda de ilícitos como drogas y explosivos.
2.- Fortalecimiento de la Unidad Especial de Reacción Táctica “UERT” rescatando su estructura física y operacional con mejoras significativas, dotándola de los equipos necesarios, entrenamiento permanente, mediante simulacros de accidentes naturales y antropológicos y condiciones de trabajo para que el personal pueda desarrollar su misión de manera satisfactoria, lo que sin lugar a dudas favoreció el final feliz de rescate en Puerto Plata.
Esos héroes de hoy, representan los héroes de siempre de las Fuerzas Armadas, por lo que creemos oportuno decirle a los dominicanos residentes en el país, así como a la diáspora, que pueden confiar en las capacidades de los cuerpos castrenses; que pueden sentirse orgullosos de sus hombres y mujeres que siempre pondrán su profesionalidad al servicio de los mejores intereses de sus conciudadanos sin importar los sacrificios que las circunstancias demanden.
Hoy nos sentimos muy contentos y orgullosos de haber servido una vez más en aras de salvar vidas.
Por ello, clamamos “Vivan los héroes de hoy del CESMET y con ellos los héroes de siempre de las gloriosas Fuerzas Armadas”.
Ramón Vladimir Taveras Morillo
MA Coronel ERD.