En las últimas semanas, diversos hechos violentos han cobrado la vida de varios agentes de la Policía Nacional en distintos puntos del país, los cuales aún están bajo investigación.
El caso más reciente ocurrió el 3 de diciembre. Se trata del cabo Luis Alberto Disla Turbi, adscrito a la Dirección Central de Investigación (DICRIM), quien fue lanzado desde un vehículo en marcha en un hecho ocurrido en la comunidad Santa Capusa, en Sánchez, Samaná.
Según el médico legista, el cuerpo presentaba una herida de proyectil. La muerte de Disla Turbi pudo haber sido provocado por un presunto desacuerdo en una transacción por drogas.
El pasado fin de semana se registraron dos muertes de agentes: El domingo 1 de diciembre un segundo teniente de la Policía Nacional, Meregildo Espinosa Segura, vocero de la Dirección Regional Oeste, junto a un civil perdieron la vida en un confuso incidente en Barahona.
Las autoridades informaron que el hecho ocurrió el pasado sábado tras una discusión en un negocio de venta de vapeadores en la calle Sánchez Ancha.
Ferreras Feliz disparó desde su vehículo, un Honda Civic gris, contra un grupo, causando la muerte del oficial y dejando herido a Carlos Borges Mancebo, quien está recibiendo atención médica.
El sábado 30 de noviembre un cabo de la Policía murió a causa de varias heridas de bala que le propinaron en un centro de diversión, ubicado en el distrito municipal de Las Galeras, Samaná.
La víctima fue identificada como Franklin Erick Féliz Capellán, de 29 años. El ataque fue perpetrado por un hombre aún no identificado, según informaron las autoridades, que han iniciado una investigación para determinar las circunstancias.
El 3 de noviembre, el sargento Euclides Ureña Mejía, de 48 años, fue asesinado de varios disparos en un hotel del distrito municipal La Gina, en Miches, provincia El Seibo.
Tres desconocidos encapuchados irrumpieron en el lugar, atacaron al guardia de seguridad y dispararon contra el sargento, quien se hospedaba en el hotel,
Ureña Mejía prestaba servicio en el destacamento de El Valle, en Hato Mayor, provincia donde también residía.
Según el Ministerio de Interior y Policía, la tasa de homicidios registra una reducción de 9.58 en el 2024, sin embargo, se han registrado múltiples hechos violentos en las últimas semanas que incluye la muerte de agentes policiales, militares y civiles.