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San Juan de la Maguana
viernes, 14 de marzo del 2025

En San Juan niña de dos años de edad muere ahogada

SAN JUAN DE LA MAGUANA.-La Policía Nacional dio a conocer la tarde de este domingo la muerte por ahogamiento de una infante de dos años de nacionalidad haitiana, en el canal JJ Puello de la comunidad de la Ceiba, en San Juan.


La fallecida fue identificada como Seila Bacía Eduá, hija de los nombrados Julio Bacía y Osuna Eduá, ambos de nacionalidad haitiana. El informe preliminar indica que el hecho se produjo cuando la infante salió de la casa hacia las aguas del canal ubicado a pocos metros tras supuestamente sus padres descuidarse de esta.

El cuerpo de Seila Bacía les fue entregado a sus familiares por órdenes del fiscal actuante en el caso.

FUENTE: LA VOZ DE SAN JUAN

Video muestra el momento en que un policía le dispara a un manifestante a quema ropa

Un policía disparó contra un manifestante enmascarado durante enfrentamientos del lunes por la mañana en Hong Kong, en un evento transmitido en vivo por Facebook. Una fuente policial confirmó que se dispararon municiones reales en el mismo vecindario.

En las imágenes se ve a un oficial de policía tratando de controlar físicamente a una persona con una chaqueta blanca en el barrio de Sai Wan Ho, en un cruce bloqueado por los manifestantes.

Otro hombre enmascarado, vestido de negro, se acerca, y el policía le dispara claramente al cuerpo. El desconocido se desplomó de inmediato, llevándose las manos al costado izquierdo del cuerpo, aunque se ignora su estado.

Segundos más tarde, el mismo agente efectuó otros dos disparos y las imágenes muestran un segundo hombre enmascarado cayendo al piso, aunque el video no es claro sobre la naturaleza de sus heridas

Una fuente policial dijo a AFP, bajo condición de anonimidad, que fueron utilizadas municiones de plomo contra por lo menos un manifestante en el distrito de Sai Wan Ho.

Hong Kong ha sido sacudida en los últimos cinco meses por enormes manifestaciones de protestas, con enfrentamientos cada vez más violentos entre manifestantes y policías.

Las tensiones aumentaron aún más después de la muerte de un estudiante de 22 años, Alex Chow, quien cayó en un estacionamiento de varios pisos a principios de noviembre durante uno de esos enfrentamientos.

Aunque las circunstancias de la muerte de Chow siguen siendo desconocidas, se trata del primer estudiante en morir desde el comienzo de las manifestaciones en esta antigua colonia británica.

Desde la muerte de Chow las manifestaciones han reunido a decenas de miles de personas todos los días, y ya fue lanzada una convocatoria a una huelga general para este lunes.

Las protestas estallaron en varios distritos el lunes por la mañana, con pequeños grupos de manifestantes enmascarados concentrados en estaciones de metro y construyendo barricadas callejeras.

Abuela halla a su hija y nieta asesinadas

Michoacán.- Una mujer junto a su hija fueron asesinadas, luego de que un grupo armado irrumpiera en su hogar y acribillara a ambas para luego huir.

Según informes oficiales, Claudia “N” y su hija Zaira “N”, se encontraban en el interior de su casa ubicada entre las calles Álvaro Obregón y Venustiano Carranza, en el municipio de Epitacio Huerta, cuando un grupo armado ingreso al hogar y disparo contra las mujeres hasta matarlas.

Las autoridades informaron que no hubo testigos, por ende no se sabe la cantidad de personas partícipes del ataque, así como la hora exacta.

Al lugar acudió la mamá de Claudia “N”, abuela de Zaira “N”,quien encontró a su hija y nieta muertas dentro del hogar, según informó un medio local.

En lo que va del mes de noviembre, hasta el momento, suman ya 6 asesinatos de mujeres en el estado de Michoacán.

Fuente: Debate

Su luna de miel fue frustrante; su esposo fue arrastrado por el mar

Samaná.- Una pareja de esposos que andaban de "Luna de Miel" en la playa, fueron arrastradas por las fuertes olas, la mujer pudo salir pero su esposo estuvo desaparecido.

En estado crítico, pero vivo fue rescatado del Mar de las Terrenas en Samaná, un hombre que habría decidido darse un baño, mientras se encontraba de luna de miel con su esposa en un hotel de la zona. Según informes el individuo sólo identificado como Luis, estuvo desaparecido por unos 35 minutos, antes de ser encontrado por los rescatistas.

Luego del tiempo transcurrido de haber desaparecido el joven sale a las orillas de la playa con vida, aunque en estado delicado.

La pareja residen en la provincia Duarte San Francisco de Macoris. Y el hecho ocurrió en la Terrena de Samaná.

La voz de alerta la dio su pareja quien se encontraba en aparente estado de nervios.

 

Hombre que se enamora de una mujer mayor es más feliz y estable

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Mujer madura es mas atractiva para un hombre joven.(Unsplash)
Mujer madura es mas atractiva para un hombre joven. | Unsplash

¿Por qué no se buscan mujeres de su misma edad?, cada día las estadísticas aumentan con los hombres que se enamoran de mujeres mas mayores que ellos. Se sienten tan atraídos que son capaces de todos, incluso de llegar al altar, y aquellos que ya lo han hecho son muy feliz con su pareja. ¿Será que la edad es solo un numero?.

Hombres jóvenes se enamoran de mujeres mayores, ¿Qué les llama la atención de ellas?, muchos dicen que es una conexión especial, que se genera una energía de atracción que no saben como explicarlo, se enamoran y eso es lo unico que cuenta. 

Se han encontrado hombres que se enamoran de mujeres con 10 años más grandes que ellos, si quieres entender mejor la postura y gusto de estos hombres, te dejamos razones de peso por los que eligen una mayor y no una de su misma edad.

Una mujer madura es muy atractiva para los hombres. Foto: Unsplash

La estabilidad y la madurez

"Ella es madura, no anda con niñerías, o berrinches, he salido con mujeres de mi edad y es un desgaste emocional lo que vivo porque son demasiado inestables, en cambio una mujer mayor que yo, es mucho más madura y tengo excelente comunicación con ella". 

Hombres aseguran que una joven aún divaga y duda de muchas cosas, no sabe que es lo que quiere, mientras que una mujer mayor, es más centrada en cada una de sus decisiones. 

Atentas a las necesidades

Los hombres encuentran fascinación por una mujer que sepa de las necesidades en una relación y que de manera inteligente se cubran. Una relación con una mujer mayor, es sinónimo de felicidad, aseguran muchos, ya que la experiencia les da conocimiento de lo que si es factible y que no en una relación. 

La motivación de esta mujer no es él, es ella misma

A un hombre le seduce ver a una mujer con pensamientos de libertad de independencia, ellas hacen lo que les gusta, lo que las hace feliz, y entienden que el hombre solo es complemento y no un salvador, el que le lleve la felicidad. 

Respetan el espacio y el tiempo

No son tan celosas, saben que ellas tienen cosas que hacer tanto como él, esto es una de las cosas que aman lo hombres, que no estén de inseguras preguntando porque llegó cinco minutos tardes, ellas saben que si las cosas van bien, la confianza y los hechos hablarán por si solos, no desgastan energía en celos sin sentido. 

Hombres se enamoran de mujeres mayores. Foto: Unsplash.

Saben de intimidad sin tabúes

Ellas son seguras en la calle y en la cama, no hay dudas saben que quieren y como lo quieren así como saben dar y entender perfectamente que le gusta al hombre. Eso es un dato importante para los hombres, hay buena química en la intimidad.

Sistema 9-1-1 llegará en próximos días a Barahona y Azua

El Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 llegará a las provincias de Azua y Barahona en los próximos días como parte del proceso de expansión del servicio anunciado por el presidente Danilo Medina en junio pasado con ocasión del quinto aniversario de funcionamiento.


Un poco más de 409,000 personas se verán beneficiadas con la ampliación del sistema a estas provincias del sur del país, alcanzando una cobertura del 83% de la población nacional, cerca de 8.5 millones de dominicanos.


El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, quien tiene a su cargo la coordinación del sistema, anunció las nuevas ampliaciones con motivo de la puesta en marcha del sistema en las provincias de San Juan y Duarte, recientemente.


“El 9-1-1 llegará a las provincias de Azua y Barahona, además de Hermanas Mirabal, Hato Mayor, Valverde, María Trinidad Sánchez y Sánchez Ramírez”, expresó Montalvo como parte de la ampliación prevista del sistema para los próximos meses.


En términos de población, el sistema atenderá a casi 1,200,000 personas más con la expansión programada para las siete provincias mencionadas y seis municipios:Baitoa, Sabana Iglesias, Sajoma y Jánico en la provincia de Santiago, y Jarabacoa y Constanza en la provincia de La Vega.


En la actualidad, el sistema de atención a emergencias funciona en 16 provincias, 65 municipios y 167 distritos municipales donde viven un poco más de ocho millones de personas, cerca del 79% de la población nacional.


Para el ministro Montalvo, la mejora en el servicio de respuesta a la ciudadanía por parte del 9-1-1 radica en la coordinación de las agencias que integran el sistema.


“Es una transformación total en los sistemas de respuesta queel Gobierno pone al servicio de los ciudadanos. Es una mejora sin precedentes de los servicios de atención”, expresó el ministro Montalvo.


El ministro destacó que el sistema del 9-1-1 mejora la seguridad en las calles y barrios donde opera gracias a que la población cuenta con más personal y mejor equipado.


Además, la asistencia oportuna y profesional está contribuyendo a reducir los índices de mortalidad de enfermedades cardiovasculares y del sistema respiratorio, así como la mortalidad materno-infantil.


Por su parte, el general Vicente Mota, director ejecutivo del 9-1-1, resaltó el impacto que genera el 9-1-1 en la población, así como la eficiencia en la gestión de los actores involucrados.


“El sistema 9-1-1 representa una tranquilidad para los millones de dominicanos que cuentan con su respaldo y seguimos apostando por una gestión eficiente para beneficio de todos”, afirmó Mota.


En poco más de cinco años, se han atendido más de 2,100,000 emergencias y brindado más de 440,000 asistencias en carretera.


El sistema nacional de atención 9-1-1 integra una serie de agencias entre las que están la Policía Nacional, el Ministerio de Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud, el Cuerpo de Bomberos, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) y Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones

"Diles que no me maten"

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¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad.
        —No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.
        —Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que lo haga por caridad de Dios.
        —No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero volver allá.
        —Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues.
        —No. No tengo ganas de eso, yo soy tu hijo. Y si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mí también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño.
        —Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mí. Nomás eso diles.
        Justino apretó los dientes y movió la cabeza diciendo:
        —No.
        Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato.
        Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la puerta del corral. Luego se dio vuelta para decir:
        —Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos?
        —La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos. Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mí. Eso es lo que urge.

        Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarrado a un horcón, esperando. No se podía estar quieto. Había hecho el intento de dormir un rato para apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre. No tenía ganas de nada. Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado. Quién le iba a decir que volvería aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba. Aquel asunto de cuando tuvo que matar a don Lupe. No nada más por nomás, como quisieron hacerle ver los de Alima, sino porque tuvo sus razones. Él se acordaba:
        Don Lupe Terreros, el dueño de la Puerta de Piedra, por más señas su compadre. Al que él, Juvencio Nava, tuvo que matar por eso; por ser el dueño de la Puerta de Piedra y que, siendo también su compadre, le negó el pasto para sus animales.
        Primero se aguantó por puro compromiso. Pero después, cuando la sequía, en que vio cómo se le morían uno tras otro sus animales hostigados por el hambre y que su compadre don Lupe seguía negándole la yerba de sus potreros, entonces fue cuando se puso a romper la cerca y a arrear la bola de animales flacos hasta las paraneras para que se hartaran de comer. Y eso no le había gustado a don Lupe, que mandó tapar otra vez la cerca para que él, Juvencio Nava, le volviera a abrir otra vez el agujero. Así, de día se tapaba el agujero y de noche se volvía a abrir, mientras el ganado estaba allí, siempre pegado a la cerca, siempre esperando; aquel ganado suyo que antes nomás se vivía oliendo el pasto sin poder probarlo.
        Y é, y don Lupe alegaban y volvían a alegar sin llegar a ponerse de acuerdo. Hasta que una vez don Lupe le dijo:
        —Mira, Juvencio, otro animal más que metas al potrero y te lo mato.
        Y él contestó:
        —Mire, don Lupe, yo no tengo la culpa de que los animales busquen su acomodo. Ellos son inocentes. Ahí se lo haiga si me los mata.

        “Y me mató un novillo.
        “Esto pasó hace treinta y cinco años, por marzo, porque ya en abril andaba yo en el monte, corriendo del exhorto. No me valieron ni las diez vacas que le di al juez, ni el embargo de mi casa para pagarle la salida de la cárcel. Todavía después, se pagaron con lo que quedaba nomás por no perseguirme, aunque de todos modos me perseguían. Por eso me vine a vivir junto con mi hijo a este otro terrenito que yo tenía y que se nombra Palo de Venado. Y mi hijo creció y se casó con la nuera Ignacia y tuvo ya ocho hijos. Así que la cosa ya va para viejo, y según eso debería estar olvidada. Pero, según eso, no lo está.
        “Yo entonces calculé que con unos cien pesos quedaba arreglado todo. El difunto don Lupe era solo, solamente con su mujer y los dos muchachitos todavía de a gatas. Y la viuda pronto murió también dizque de pena. Y a los muchachitos se los llevaron lejos, donde unos parientes. Así que, por parte de ellos, no había que tener miedo.
        “Pero los demás se atuvieron a que yo andaba exhortado y enjuiciado para asustarme y seguir robándome. Cada que llegaba alguien al pueblo me avisaban:
        “—Por ahí andan unos fureños, Juvencio.
        “Y yo echaba pal monte, entreverándome entre los madroños y pasándome los días comiendo verdolagas. A veces tenía que salir a la media noche, como si me fueran correteando los perros. Eso duró toda la vida . No fue un año ni dos. Fue toda la vida.”
        Y ahora habían ido por él, cuando no esperaba ya a nadie, confiado en el olvido en que lo tenía la gente; creyendo que al menos sus últimos días los pasaría tranquilos. “Al menos esto —pensó— conseguiré con estar viejo. Me dejarán en paz”.
        Se había dado a esta esperanza por entero. Por eso era que le costaba trabajo imaginar morir así, de repente, a estas alturas de su vida, después de tanto pelear para librarse de la muerte; de haberse pasado su mejor tiempo tirando de un lado para otro arrastrado por los sobresaltos y cuando su cuerpo había acabado por ser un puro pellejo correoso curtido por los malos días en que tuvo que andar escondiéndose de todos.
        Por si acaso, ¿no había dejado hasta que se le fuera su mujer? Aquel día en que amaneció con la nueva de que su mujer se le había ido, ni siquiera le pasó por la cabeza la intención de salir a buscarla. Dejó que se fuera sin indagar para nada ni con quién ni para dónde, con tal de no bajar al pueblo. Dejó que se le fuera como se le había ido todo lo demás, sin meter las manos. Ya lo único que le quedaba para cuidar era la vida, y ésta la conservaría a como diera lugar. No podía dejar que lo mataran. No podía. Mucho menos ahora.
        Pero para eso lo habían traído de allá, de Palo de Venado. No necesitaron amarrarlo para que los siguiera. Él anduvo solo, únicamente maniatado por el miedo. Ellos se dieron cuenta de que no podía correr con aquel cuerpo viejo, con aquellas piernas flacas como sicuas secas, acalambradas por el miedo de morir. Porque a eso iba. A morir. Se lo dijeron.
        Desde entonces lo supo. Comenzó a sentir esa comezón en el estómago que le llegaba de pronto siempre que veía de cerca la muerte y que le sacaba el ansia por los ojos, y que le hinchaba la boca con aquellos buches de agua agria que tenía que tragarse sin querer. Y esa cosa que le hacía los pies pesados mientras su cabeza se le ablandaba y el corazón le pegaba con todas sus fuerzas en las costillas. No, no podía acostumbrarse a la idea de que lo mataran.
        Tenía que haber alguna esperanza. En algún lugar podría aún quedar alguna esperanza. Tal vez ellos se hubieran equivocado. Quizá buscaban a otro Juvencio Nava y no al Juvencio Nava que era él.
        Caminó entre aquellos hombres en silencio, con los brazos caídos. La madrugada era oscura, sin estrellas. El viento soplaba despacio, se llevaba la tierra seca y traía más, llena de ese olor como de orines que tiene el polvo de los caminos.
        Sus ojos, que se habían apenuscado con los años, venían viendo la tierra, aquí, debajo de sus pies, a pesar de la oscuridad. Allí en la tierra estaba toda su vida. Sesenta años de vivir sobre de ella, de encerrarla entre sus manos, de haberla probado como se prueba el sabor de la carne. Se vino largo rato desmenuzándola con los ojos, saboreando cada pedazo como si fuera el último, sabiendo casi que sería el último.
        Luego, como queriendo decir algo, miraba a los hombres que iban junto a él. Iba a decirles que lo soltaran, que lo dejaran que se fuera: "Yo no le he hecho daño a nadie, muchachos", iba a decirles, pero se quedaba callado. " Más adelantito se los diré", pensaba. Y sólo los veía. Podía hasta imaginar que eran sus amigos; pero no quería hacerlo. No lo eran. No sabía quiénes eran. Los veía a su lado ladeándose y agachándose de vez en cuando para ver por dónde seguía el camino.
        Los había visto por primera vez al pardear de la tarde, en esa hora desteñida en que todo parece chamuscado. Habían atravesado los surcos pisando la milpa tierna. Y él había bajado a eso: a decirles que allí estaba comenzando a crecer la milpa. Pero ellos no se detuvieron.
        Los había visto con tiempo. Siempre tuvo la suerte de ver con tiempo todo. Pudo haberse escondido, caminar unas cuantas horas por el cerro mientras ellos se iban y después volver a bajar. Al fin y al cabo la milpa no se lograría de ningún modo. Ya era tiempo de que hubieran venido las aguas y las aguas no aparecían y la milpa comenzaba a marchitarse. No tardaría en estar seca del todo.
        Así que ni valía la pena de haber bajado; haberse metido entre aquellos hombres como en un agujero, para ya no volver a salir.
        Y ahora seguía junto a ellos, aguantándose las ganas de decirles que lo soltaran. No les veía la cara; sólo veía los bultos que se repegaban o se separaban de él. De manera que cuando se puso a hablar, no supo si lo habían oído. Dijo:
        —Yo nunca le he hecho daño a nadie —eso dijo. Pero nada cambió. Ninguno de los bultos pareció darse cuenta. Las caras no se volvieron a verlo. Siguieron igual, como si hubieran venido dormidos.
        Entonces pensó que no tenía nada más que decir, que tendría que buscar la esperanza en algún otro lado. Dejó caer otra vez los brazos y entró en las primeras casas del pueblo en medio de aquellos cuatro hombres oscurecidos por el color negro de la noche.

        —Mi coronel, aquí está el hombre.
        Se habían detenido delante del boquete de la puerta. Él, con el sombrero en la mano, por respeto, esperando ver salir a alguien. Pero sólo salió la voz:
        —¿Cuál hombre? —preguntaron.
        —El de Palo de Venado, mi coronel. El que usted nos mandó a traer.
        —Pregúntale que si ha vivido alguna vez en Alima —volvió a decir la voz de allá adentro.
        —¡Ey, tú! ¿Que si has habitado en Alima? —repitió la pregunta el sargento que estaba frente a él.
        —Sí. Dile al coronel que de allá mismo soy. Y que allí he vivido hasta hace poco.
        —Pregúntale que si conoció a Guadalupe Terreros.
        —Que dizque si conociste a Guadalupe Terreros.
        —¿A don Lupe? Sí. Dile que sí lo conocí. Ya murió.
        Entonces la voz de allá adentro cambió de tono:
        —Ya sé que murió —dijo. Y siguió hablando como si platicara con alguien allá, al otro lado de la pared de carrizos:
        —Guadalupe Terreros era mi padre. Cuando crecí y lo busqué me dijeron que estaba muerto. Es algo difícil crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar está muerta. Con nosotros, eso pasó.
        “Luego supe que lo habían matado a machetazos, clavándole después una pica de buey en el estómago. Me contaron que duró más de dos días perdido y que, cuando lo encontraron tirado en un arroyo, todavía estaba agonizando y pidiendo el encargo de que le cuidaran a su familia.
        “Esto, con el tiempo, parece olvidarse. Uno trata de olvidarlo. Lo que no se olvida es llegar a saber que el que hizo aquello está aún vivo, alimentando su alma podrida con la ilusión de la vida eterna. No podría perdonar a ése, aunque no lo conozco; pero el hecho de que se haya puesto en el lugar donde yo sé que está, me da ánimos para acabar con él. No puedo perdonarle que siga viviendo. No debía haber nacido nunca”.
        Desde acá, desde fuera, se oyó bien claro cuando dijo. Después ordenó:
        —¡Llévenselo y amárrenlo un rato, para que padezca, y luego fusílenlo!
        —¡Mírame, coronel! —pidió él—. Ya no valgo nada. No tardaré en morirme solito, derrengado de viejo. ¡No me mates…!
        —¡Llévenselo! —volvió a decir la voz de adentro.
        —…Ya he pagado, coronel. He pagado muchas veces. Todo me lo quitaron. Me castigaron de muchos modos. Me he pasado cosa de cuarenta años escondido como un apestado, siempre con el pálpito de que en cualquier rato me matarían. No merezco morir así, coronel. Déjame que, al menos, el Señor me perdone. ¡No me mates! ¡Diles que no me maten!
        Estaba allí, como si lo hubieran golpeado, sacudiendo su sombrero contra la tierra. Gritando.
        En seguida la voz de allá adentro dijo:
        —Amárrenlo y denle algo de beber hasta que se emborrache para que no le duelan los tiros.

        Ahora, por fin, se había apaciguado. Estaba allí arrinconado al pie del horcón. Había venido su hijo Justino y su hijo Justino se había ido y había vuelto y ahora otra vez venía.
        Lo echó encima del burro. Lo apretaló bien apretado al aparejo para que no se fuese a caer por el camino. Le metió su cabeza dentro de un costal para que no diera mala impresión. Y luego le hizo pelos al burro y se fueron, arrebiatados, de prisa, para llegar a Palo de Venado todavía con tiempo para arreglar el velorio del difunto.
        —Tu nuera y los nietos te extrañarán —iba diciéndole—. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha comido el coyote cuando te vean con esa cara tan llena de boquetes por tanto tiro de gracia como te dieron.

Juan Rulfo
(México, 1918-1986) ¡Diles que no me maten!
Originalmente publicado en la revista América
Nº 66, agosto, 1951
(El Llano en llamas, 1953
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La depresión es una de las principales causas de discapacidad en el mundo

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La OMS estima que alrededor de 332 millones de personas sufrieron desórdenes depresivos en 2015. Mujeres, jóvenes y ancianos son los más propensos a padecerlos.

Más de 4 por ciento de la población mundial vive con depresión, y las mujeres, los jóvenes y los ancianos son los más propensos a sus efectos que pueden provocar discapacidad, dijo el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Unos 322 millones de personas sufrieron desórdenes depresivos en 2015, un aumento de un 18,4 por ciento en una década, ya que la gente vive más años, dijo la agencia de Naciones Unidas en un reporte.

Las pérdidas económicas globales superan 1 billón de dólares anuales, dijo la OMS, refiriéndose a la pérdida de productividad debido a la apatía o falta de energía que lleva a una incapacidad para funcionar en el trabajo o lidiar con la vida diaria.

"La depresión es lo que contribuye en mayor parte a años vividos con discapacidad. Por lo que es una causa principal de discapacidad en el mundo actualmente", dijo el doctor Dan Chisholm, del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, en una conferencia de prensa.

La depresión es 1,5 veces más común entre las mujeres que en los hombres, añadió. Otros 250 millones de personas sufren de desórdenes de la ansiedad, incluyendo fobias, ataques de pánico, comportamiento obsesivo compulsivo y estrés post traumático, dijo el reporte.

Un 80 por ciento de los afectados con enfermedades mentales viven en países de bajos y medianos ingresos. Tres grupos etarios son particularmente vulnerables a la depresión: jóvenes, mujeres embarazadas y posparto -a un 15 por ciento se le diagnosticará depresión-, y los ancianos.

Los jubilados también son susceptibles. "Cuando dejamos de trabajar o perdemos a nuestra pareja nos volvemos más débiles, más sujetos a enfermedades físicas y desórdenes como la depresión se convierten en más comunes", dijo Chisholm.

Unas 800.000 personas mueren cada año por suicidios, una "cifra bastante horrorosa", dijo Chisholm. "Es más común en hombres en países de altos ingresos pero más común entre mujeres en países de bajos y medianos ingresos", añadió.

En el asesinato del joven de los Alcarrizos una niña casi muere

Santo Domingo Oeste, RD.- Bernardo Antonio Espinal Taveras yacía en aquella acera ensangrentada con múltiples impactos de bala que ayer le propinaron varios gatilleros en la calle Caridad de Savica en Los Alcarrizos.

Uno de los testigos del crimen, que prefirió omitir su nombre por motivos de seguridad, dijo a LISTÍN DIARIO que escuchó a uno de los dos asesinos señalar con el dedo índice a una niña que estaba cerca de la víctima al momento del hecho, para preguntar sobre su destino, a lo que el otro individuo respondió que no era de importancia.“Suéltala en banda que ella no tiene nada que ver con esto”, vociferó uno de los hombres, según declaraciones del informante.

Bernardo, quien era taxista, estaba compartiendo tragos con un amigo hasta el momento no identificado, quien supuestamente salió huyendo luego de presenciar el asesinato, ocurrido alrededor de las 3:00 de la tarde (a plena luz del día).

Las autoridades policiales no han dado declaraciones al respecto; sin embargo, allegados a la víctima aseguran que el occiso era amigo de un hombre que pertenecía a una banda criminal, la cual tenía rencillas con otra, por lo que él quedó enredado de manera fatídica en el centro de ambos bandos.

Por: Imparcial

VIDEO: Acribillan a un taxista con múltiples disparos

Un taxista identificado como Bernardo Antonio Espinal Taveras fue asesinado de varios disparos la tarde de este sábado en el municipio de Los Alcarrizos.

El hecho ocurrió en la calle Caridad del sector Savica.

Hasta el momento se desconocen las razones del hecho y no se ha identificado el autor, pero se presume que al momento del asesinato, este se encontraba con un amigo que supuestamente tenía problemas con una banda criminal de Los Alcarrizos, según declaraciones de allegados al fallecido.

Fuente: Listín Diario