En la víspera de Nochebuena, las principales terminales de autobuses interurbanos reciben a miles de pasajeros que buscan trasladarse a sus pueblos.
Desde las primeras horas se ha incrementado la demanda de asientos. La gente aborda los vehículos sin el debido distanciamiento a pesar de las exigencias de las autoridades.
En la terminal del kilómetro 9 las guaguas salen llenas de personas y aunque personal del Salud Pública y el Intrant tratan de impedirlo, la gente no hace caso.
Los choferes poco hacen para cumplir el distanciamiento que impone el protocolo y alegan que si las unidades salen solo con el 70% de pasajeros como se reclaman, tendrían pérdidas.
A la gente no parece importarle mucho contagiarse porque en un recorrido por distintas terminales se observa la aglomeración de personas.
Antonio Marte, presidente de Conatra, afirma que teme un rebrote de COVID-19 porque no se está respetando el distanciamiento.
En Caribe Tours la boletería estaba repleta de pasajeros, al igual que la sala de espera para abordar una guagua, pero el gerente de operaciones, Francisco Marmolejos, dijo que en comparación con el año pasado para la fecha el flujo es menor.
Aquí hay más control con el distanciamiento y se cumple el protocolo tanto de higienización como de abordaje. Cada autobús solo transporta el 70% de sus capacidad como lo establece el protocolo.
Juan Marte, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT) dijo que hacia el Cibao ha aumentado la cantidad de pasajeros y manifestó que mantienen el mismo precio del pasaje.
Aclaró que en el transporte urbano se le pide al pasajero cinco pesos más, pero que es opcional y de igual forma 10 pesos al interurbano, también a voluntad de los usuarios para compensar un poco el déficit operacional.
Indicó que a partir de enero el Gobierno tendrá que sentarse con lo choferes a discutir nueva tarifa.
William Pérez Figuereo, presidente de la Central Nacional de Transportista Unificados, manifestó que estas navidades serán muy amargas para el sector transporte porque además de las limitaciones que impone la pandemia con lo del distanciamiento físico y el protocolo, los choferes tienen que comprar combustibles mucho más caro.
Consideró que las medidas restrictivas impuestas por el gobierno afecta directamente al sector choferes, pero que hay que cumplirlas por la salud de la gente.