Santo Domingo, RD.- Cada segundo viernes de octubre se celebra el Día Mundial del Huevo, una fecha que destaca la importancia y los beneficios de este alimento en nuestra vida. Este año, el lema «Unidos por los huevos» invita a todos a reconocer el papel fundamental que los huevos juegan en la nutrición humana, un mensaje promovido por la Comisión Internacional del Huevo desde su establecimiento en 1996 en Viena.
Los huevos son uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo, y no es difícil entender por qué. Gracias a la capacidad de adaptación de la gallina ponedora a diversos climas, los huevos se han convertido en un pilar nutricional en muchas culturas. Su alto valor nutricional, versatilidad en la cocina y coste asequible hacen de ellos un alimento fundamental en la dieta de millones.
Recientes estudios han desmitificado la idea de que la ingesta de huevos debe ser limitada. Los expertos coinciden en que no hay componentes nocivos en los huevos que justifiquen su exclusión diaria de la dieta. La única recomendación es moderar el consumo de huevos fritos, ya que el aceite caliente puede transformar este nutritivo alimento en una opción menos saludable.
Beneficios nutricionales del huevo
Considerado uno de los alimentos más versátiles, el huevo es una fuente rica en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. Según nutricionistas, los huevos son particularmente ricos en:
Vitaminas: A, D, K, B12, B2 y B5.
Ácidos grasos: Omega 3.
Minerales: Hierro, fósforo y potasio.
Formas saludables de cocinar huevos
Los huevos se pueden preparar de múltiples maneras, lo que los convierte en un ingrediente indispensable en cualquier cocina. A continuación, algunas de las técnicas más populares:
Tortilla: Un clásico internacional, especialmente en España. Bate los huevos, añádeles, sal y los ingredientes que prefieras, y cocínalos en una sartén con aceite. Añadir un chorrito de leche a la mezcla ayuda a que la tortilla sea más esponjosa.
Huevos duros: Un acompañamiento clásico para guisos y ensaladas. Cocínalos entre 10 y 12 minutos en agua hirviendo con cáscara y una pizca de sal para lograr la textura perfecta.
Huevos pasados por agua: Un plato nostálgico, fácil de preparar. Cocina el huevo con su cáscara y sal durante no más de tres minutos para obtener una yema casi líquida.
Huevos ‘mollets’: Para quienes prefieren una textura intermedia, cocina el huevo durante aproximadamente cinco minutos. Obtendrás una clara cuajada y una yema líquida.
Huevos al plato: Esta opción sabrosa y calórica se elabora horneando huevos en una cazuela de barro con mantequilla, tomate, jamón y verduras picadas. Retira del horno antes de que la yema se endurezca.
Huevos poché: Una técnica elegante que requiere hervir agua con vinagre. Sumerge el huevo sin cáscara y retíralo cuando la clara esté cuajada y la yema líquida. Para mayor facilidad, utiliza una bolsa de cocina.
Huevos fritos: Conocidos por su sabor y simplicidad, los huevos fritos deben cocinarse en aceite de oliva caliente. La clave es sacarlos sin romper la yema y, para un acabado perfecto, lograr la “puntilla” en aproximadamente un minuto.
Según algunos nutricionistas, cocinar los huevos adecuadamente no solo mejora la digestión de la proteína, sino que también optimiza la absorción de nutrientes esenciales como la biotina.