Estos son los magnicidios que han sacudido el continente.
1. Jean Vilbrun Guillaume Sam (1915)
No se trata del primer magnicidio en Haití. El 27 de julio de 1915, el presidente Jean Vilbrun Guillaume Sam fue asesinado por una turba enfurecida después de esconderse en la embajada francesa.
2. Álvaro Obregón (1928)
El presidente de México, Álvaro Obregón, fue asesinado el 17 de julio de 1928 cuando celebraba su elección para ocupar un segundo mandato. La reelección fue prohibida en México después del triunfo de la Revolución Mexicana, pero Obregón había hecho que la Constitución se reformara para poder ocupar la presidencia una vez más.
Obregón fue asesinado por León Toral, un radical católico que fingió ser un caricaturista para acercarse a él en el restaurante La Bombilla, en el barrio de San Ángel, en el sur de la Ciudad de México. Al tener cerca al caudillo, que fue de los generales que combatió en la Revolución, sacó un arma y disparó contra él.
3. Gualberto Villarroel (1946)
El 21 julio de 1946, el presidente de Bolivia Gualberto Villarroel murió apuñalado a manos de una turba de gente que se había sublevado en protesta por la grave crisis social y económica que vivía el país y tras una revolución popular
4. Carlos Delgado Chalbaud (1950)
Cuatro años después, el 13 noviembre de 1950, Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Venezuela, fue secuestrado y posteriormente asesinado por disparos en el interior de una casa en la urbanización Las Mercedes, en Caracas, en el único magnicidio ocurrido en Venezuela.
5. José Antonio Remón (1955)
También Panamá cuenta con un sólo magnicidio cuando, el 2 de enero de 1955, su entonces presidente José Antonio Remón murió por disparos mientras presenciaba una carrera de caballos en el palco presidencial del hipódromo Juan Franco de Panamá. No se hallaron a los autores, aunque algunas hipótesis apuntaron a personalidades de la política local, la mafia italiana e incluso la CIA.
6. Anastasio Somoza García y Anastasio Somoza Debayle (1956 y 1980)
Al año siguiente, el 21 septiembre de 1956, murió asesinado en Nicaragua el dictador Anastasio Somoza García, a manos de Rigoberto López Pérez, un poeta de filiación liberal, quien lo hirió de muerte de varios disparos, en León, al noroeste de Managua.
También en Nicaragua murió el 17 septiembre 1980 su hijo Anastasio Somoza Debayle, el último de la dinastía somozista y quien, tras renunciar a su cargo y exiliarse a Paraguay, fue tiroteado por un comando guerrillero argentino durante una emboscada mientras viajaba en su vehículo en una céntrica avenida de Asunción.
7. Carlos Castillo Armas (1957)
Guatemala ha tenido también un único magnicidio el 26 julio de 1957, cuando Carlos Castillo Armas, al igual que ha sucedido con el presidente de Haití, fue asesinado en el interior de la casa presidencial.
En 2017 el escritor y político dominicano Tony Raful señaló en un libro que el magnicidio fue ordenado por el dictador de la República Dominicana Rafael Leónidas Trujillo por motivos “emocionales” al negarle Castillo en una ocasión una condecoración.
8. Rafael Leónidas Trujillo (1951)
También el propio Trujillo, quien llegó al poder en 1930 y encabezó durante treinta años una de las más implacables tiranías de América Latina, fue ametrallado el 30 mayo de 1961 en una emboscada mientras viajaba en su vehículo en la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal.
9. John F. Kennedy (1963)
Dos años después, el 22 de noviembre de 1963, se produjo uno de los magnicidios más mediáticos de todos los tiempos, el del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, quien murió tiroteado en Dallas mientras iba en el coche con su esposa Jacqueline.
10. Salvador Allende (1973)
Una década más tarde, el 11 de septiembre de 1973, el entonces presidente de Chile, Salvador Allende, murió durante el golpe de Estado y posterior bombardeo al Palacio de la Moneda en Santiago de Chile perpetrado por Augusto Pinochet. Aunque la versión oficial de la instaurada Junta Militar reiteró que él se quitó la vida, esa teoría fue descartada por sus seguidores y a día de hoy sigue sin estar aclarado.