El servicio arqueológico de la ciudad de Eu (Francia) está llevando a cabo actualmente una operación de búsqueda en lo que se conoce como el Campamento de César en Bracquemont.
Está situado al borde de un acantilado y bordeado por una enorme pendiente, ya que se trata de un recinto fortificado de la época de la Galia. Sin embargo, se han topado con un elemento que no esperaban y que no pertenece a la época de las construcciones que allí había.
Esta investigación arqueológica se esta llevando a cabo bajo la dirección de Guillaume Blondel, que esta realizando todo el trabajo junto a un de un pequeño equipo de voluntarios del municipio francés. No obstante, esta siendo financiada y realizándose en colaboración con el Servicio Regional de Arqueología, como parte de un proyecto que esta haciendo pesquisas y excavaciones en las zonas arqueológicas que están en peligro por el declive de la costa.
La excavación de emergencia fue ordenada debido a la erosión del acantilado en el lugar justo al norte de Dieppe. Ya ha desaparecido una parte sustancial del oppidum -o aldea fortificada-. Blondel explica que aún queda mucho por averiguar: “Sabíamos que era un pueblo galo. Lo que no sabemos es lo que pasó dentro del pueblo. ¿Era un lugar de importancia?” En la semana transcurrida desde que comenzó la excavación, se han descubierto varios artefactos que datan del período galo, en su mayoría piezas de cerámica de hace unos 2.000 años, salvo por una peculiaridad.
Una cápsula del tiempo guardada dos siglos
Las excavaciones dieron, entre otras cosas, con un testimonio “conmovedor y muy especial”, conforme cuenta el Ayuntamiento del municipio en una nota. A mediados de septiembre, se descubrió un mensaje en una pequeña botella de sal del siglo XIX acompañado de dos monedas; todo ello contenido en un tarro de cerámica. Ubicada en un sector previamente investigado, se trata de una “cápsula del tiempo” enterrada hace casi 200 años.
“Era el tipo de frasco que las mujeres solían usar alrededor de sus cuellos y que contenía sales aromáticas”, ha explicado el líder del equipo Guillaume Blondel, que dirige el servicio arqueológico de la ciudad de Eu, conforme ha recogido la prensa francesa. Dentro de la botella había un mensaje en papel, enrollado y atado con una cuerda. Blondel abrió el documento, que decía lo siguiente: “P. J. Féret, natural de Dieppe, miembro de varias sociedades intelectuales, realizó excavaciones aquí en enero de 1825. Continúa sus investigaciones en esta vasta área conocida como el Cité de Limes o Campamento de César.”
Para Blondel, el hallazgo constituye una rareza: “A veces se ven estas cápsulas del tiempo que dejan los carpinteros cuando construyen casas. Pero es muy raro en arqueología. La mayoría de los arqueólogos prefieren pensar que no habrá nadie que los persiga porque ya han hecho todo el trabajo”. “Fue un momento absolutamente mágico”, ha expresado Blondel. “Sabíamos que había habido excavaciones aquí en el pasado, pero encontrar este mensaje de hace 200 años… Fue una sorpresa total”, añade.
La prensa francesa indica que Féret era un notable local, y los registros municipales confirman que realizó una primera excavación en el sitio hace 200 años.