Las tormentas invernales sembraron más caos en Estados Unidos ayer jueves, cerrando gran parte de Portland después de que la ciudad experimentó su segundo día más nevado en la historia y paralizando los viajes desde partes de la costa del Pacífico hasta las llanuras del norte.
Los casi 27 centímetros (11 pulgadas) de nieve que cayeron en Portland paralizaron el tráfico durante la hora pico del miércoles por la noche y atraparon a los conductores en las autopistas. Algunos pasaron la noche en sus vehículos o los abandonaron por completo mientras las cuadrillas luchaban por despejar las carreteras.
Las tormentas trajeron fuertes nevadas a lugares que rara vez las ven, cortaron el suministro eléctrico a cientos de miles de hogares y dejaron en tierra o retrasaron miles de vuelos.
Por primera vez desde 1989, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de tormenta de nieve hasta el sábado para las montañas del sur de California. Los meteorólogos pronosticaron “múltiples rondas de nuevas nevadas” con acumulaciones de un metro a metro y medio (3 a 5 pies) para la región de Sierra Nevada.
Toda esa humedad en el aire también crea un mayor riesgo de inundaciones repentinas hasta el sábado, indicaron los meteorólogos. Añadieron que algunas áreas costeras podrían ver olas de 3 a 4 metros de altura (10 a 14 pies) hasta el jueves.
La serie de tormentas sembró el caos de costa a costa. En un momento del miércoles, más de 65 millones de personas en más de 20 estados estaban bajo alertas meteorológicas.
La mezcla invernal golpeó fuerte en el norte del país, cerrando escuelas y oficinas y obligando a las iglesias a cancelar los servicios del Miércoles de Ceniza.