En los últimos 16 años, numerosos pilotos militares estadounidenses aseguran haber visto "objetos voladores no identificados" en los cielos de EE.UU., un fenómeno que hasta el momento no tenía explicación lógica.
La Armada de EE.UU. patentó un láser que es capaz de crear en el aire imágenes de plasma en 2D y 3D, informó Forbes. Esta tecnología está concebida para crear una fuente de calor y así engañar a los misiles hostiles guiados por sensores infrarrojos (de búsqueda de calor), y —sugiere el medio— podría ser parcialmente responsable de algunos supuestos avistamientos de ovnis reportados por pilotos estadounidenses.
Hasta ahora, para contrarrestar a un misil guiado por infrarrojos, el piloto de un avión podía lanzar bengalas y así intentar que siguiera esa señal de calor, en lugar de la emitida por los motores de la aeronave. No obstante, "estas solo proporcionan unos pocos segundos de protección", señala la revista.
A diferencia de las bengalas, el nuevo láser, llamado LIPF, puede crear 'señuelos' instantáneamente y a cualquier distancia deseada de la nave, protegiéndola durante tanto tiempo como sea necesario. La Marina no ha revelado las caracteristicas exactas de la nueva tecnología, pero el proyecto está descrito en una patente de 2018.
Argumentos en contra
A pesar de ser una tecnología innovadora en lo que se trata de la defensa de aviones contra misiles enemigos, no puede explicar todos los avistamientos de los denominados "objetos o fenómenos aéreos no identificados" que han sido reportados por las fuerzas armadas de EE.UU. en los últimos 16 años, argumenta la revista Popular Mechanics.
El plasma generalmente es difícil de detectar por radar, a menos que esté asociado con un objeto físico. Sin embargo, los pilotos informaron haber observado objetos sólidos, no una vaga imagen formada por rayos de luz.
Otra razón por la cual esta teoría resulta poco probable es que con la distancia los rayos láser se degradan. Por lo tanto, para generar una imagen clara la nave debería volar relativamente cerca de la ilusión, y de una manera muy notable.
No obstante, ninguno de los pilotos informó haber detectado otro avión en las cercanías. Además, argumenta el diario, uno de los objetos detectados en 2004 por el crucero de misiles USS Princeton fue observado a más de 24 kilómetros de altitud. A modo de comparación, el avión de vigilancia a gran altitud Lockheed U-2 realiza sus misiones a unos 21 kilómetros de altura.
"Algo pasó cerca de los aviones de la Armada en el cielo, pero no estaba hecho de plasma", indicó la revista.