El deporte universitario en los Estados Unidos está convulsionado. Hace algunas horas, el Senado del estado de California aprobó un proyecto de ley por unanimidad -39 votos a favor y 0 en contra- que permite a los atletas universitarios ganar dinero de su nombre o imagen a través de acuerdos de patrocinio o respaldo a partir de 2023. Esto provocaría un cambio radical en la estructura que controla la NCAA (National Collegiate Athletic Association), el ente que rige y controla los programas deportivos de más de 1.200 instituciones universitarias en el país de norteamérica.
El proyecto de ley, denominado "Ley de Pago Justo por Jugar", sería prohibitivo para que las escuelas en California le nieguen las becas o la posibilidad de elegir a jóvenes deportistas que utilicen su fama como atletas para ganar dinero con su imagen. Una de las personalidades del mundo del deporte que viene haciendo público sus ideales a favor de la medida que quiere tomar el estado de California es Lebron James, uno de los mejores jugadores en la historia de la NBA.
"California puede cambiar el juego. Esto debería ser correcto hace mucho tiempo", sentenció el tres veces campeón de la NBA, en dos ocasiones con los Miami Heat y en una oportunidad con los Cleveland Cavaliers, la franquicia en la que comenzó a jugar en la liga más famosa en el mundo del básquet.
James es uno de los grandes impulsores para que los jóvenes basquetbolistas, al igual que el resto de los atletas que son parte de los programas universitarios en los Estados Unidos, ganen dinero por lo que generan en su condición de estrellas en nacimiento. Uno de los casos que más apoyó fue el de Zion Williamson, el elegido en el puesto número 1 del último draft de la NBA.
Con sólo 18 años, Williamson jugó una temporada en el básquet universitario de los Estados Unidos. Lo hizo en la Universidad de Duke, una de las más prestigiosas del país. Pero antes de jugar en el torneo de la NCAA, su juego se convirtió en viral en las redes sociales por su capacidad atlética, que comenzaron a compararla con la de Michael Jordan y el propio Lebron.
Zion se convirtió en una revolución para el básquet universitario: generó que los amantes del deporte compren su camiseta y paguen miles de dólares por una entrada para verlo jugar. En el mismo sentido, las marcas de indumentaria deportiva le propusieron sumas millonarias para cerrar contratos con la joven figura, pero él no pudo firmar hasta que se convirtió en deportista profesional.
Al igual que sucede con el básquet, deportes como el atletismo, la natación, el béisbol y el fútbol americano generar deportistas que luego se convierten en estrellas en suelo americano y a nivel global.
"En base a este proyecto de ley se puede trabajar con todos para crear una política nacional que sea justa para los atletas", agregó el actual jugador de Los Ángeles Lakers, citando la noticia sobre la decisión que tiene el Gobernador de California, Gavin Newsom, de convertir este proyecto en una ley estatal.
La respuesta de la NCAA no tardó en llegar. A través de una carta, la asociación fue contundente. "Si este proyecto se convierte en ley, las 58 escuelas pertenecientes a California no podrían competir en los torneos de la NCAA", citó el escrito del ente que preside Mark Emmert. El líder del ente, además, le envió una carta a los legisladores del estado. "Probablemente tendría un impacto negativo en los estudiantes a los que pretenden ayudar", dice en un fragmento del escrito.
La NCAA argumenta que los límites de compensación son necesarios para mantener una distinción entre el deporte universitario y el profesional. Además, establece que como deportistas amateurs, los atletas universitarios reciben una compensación adecuada mediante becas deportivas y la posibilidad de obtener un título universitario