Santo Domingo, RD.- Poco tiempo duró el silencio en las calles del Gran Santo Domingo. Aunque nunca se detuvo como tal, tras pasar algunos días donde la tranquilidad y la ausencia de ruido predominaban en sus calles sin importar el horario, las personas han retomado sus actividades y esto se observa en el tránsito, los comercios e incluso en los espacios públicos de recreación.
A cinco días de cumplirse el mes de que el presidente Danilo Medina declaró el estado de emergencia y con este las medidas que mantienen limitado la libre circulación, las personas continúan desplazándose por la ciudad, algunos por necesidad, otros por recreación.
El día para todos, apegándose al toque de queda, inicia a las 6:00 de la mañana, para esa hora ya decenas personas hacen filas en las principales paradas de transporte público (carritos, guaguas, motores), siendo este el único medio para moverse en caso de no tener vehículo propio.
Pasada una hora, se observa como en los alrededores de las sucursales de bancos (aun cerradas) comienzan a formarse filas de personas, que entre guantes, mascarillas y menos de un metro de distancia, se protegen a la espera de que abran.
Caso similar, pero sin la organización de los bancos, ocurre de los mercados ubicados en distintos puntos del Gran Santo Domingo, que desde esa hora las personas dicen presente para comprar y vender toda clase de productos, pero no siempre con las medidas de seguridad sanitaria recomendadas.
Un recorrido realizado por un equipo de este medio, permitió constatar que en los mercados las medidas sanitarias y de distanciamiento social son precarias, tomando como ejemplo que algunos consumidores no toman las precauciones para protegerse, mientras que los vendedores colocan sus productos en lugares de dudable higiene.