Como un “deja vu” calificaron ayer varios haitianos que viven en la República Dominicana, la situación que atraviesan con el terremoto que sacudió ese país la mañana del pasado sábado.
Conmocionados y bajo incertidumbre, lamentaron que se repita ese escenario devastador en el que algunos de ellos perdieron sus casas y familiares a causa de los movimientos telúricos, como pasó en el año 2010.
Algunos de los haitianos consultados por elCaribe afirmaron que no se han podido comunicar con sus allegados, pese a que estos residen fuera de la ciudad donde se registró el epicentro del sismo.
En cambio, otros dijeron que ya no tienen familia en esa nación, debido a que emigraron a este lado de la isla para trabajar y estudiar. No obstante, expresaron consternación por lo ocurrido, al tiempo que recordaron el sabor amargo dejado por otros temblores de tierra similares.
Didí Pérez, un haitiano que trabaja en el “Pequeño Haití”, una zona del sector San Carlos, expresó que desde el sábado no ha parado de llorar, ya que varios de sus familiares fallecieron al quedar enterrados bajo los escombros de su vivienda.
“Yo le doy gracias a Dios que estoy aquí y no me pasó nada, pero parte de mi familia murió en el terremoto, porque le cayó la casa encima”, contó Pérez.
Pérez dijo que espera que las grandes potencias económicas mundiales brinden una mano amiga a Haití, tanto en la búsqueda y rescate de las personas que están desaparecidas, así como en alimentos.
Con pesar tras sismo
Otros residentes haitianos en el país expresaron su pesar por el sismo en ese país que cobró hasta el momento la vida de más de 1,400 personas.
Macarbert Senerville, un comerciante de pollos, contó que varias horas después de enterarse de esa catástrofe permaneció en una especie de shock.
Senerville contó que todos sus parientes viven en Puerto Príncipe y que aunque el sismo no causó estragos allí, no pudo evitar que los malos pensamientos arroparan su mente sobre el peligro que corre la vida de sus allegados.
“Nadie sabe lo que Haití está pagando, porque está sufriendo una crisis muy grave. Toda la familia mía esta allá y gracias a Dios que están bien, pero no dejé de pensar lo peor como por varias horas”, sostuvo Senerville.
También, Jean Lewis, relató que no tiene familia en Haití. Sin embargo, dijo sentir dolor por los cientos de compatriotas que perdieron la vida.
“Yo no tengo familia allá donde ocurrió el terremoto. Los míos viven en Puerto Príncipe. Es mi país, eso me duele. Me siento mal, porque es mi país”, expresó Jean Lewis.
Otros ciudadanos haitianos recordaron todos los eventos negativos que han ocurrido en ese país en los últimos meses, como el asesinato al presidente Jovenel Moise y las incidencias de tormentas tropicales.
Martín Félix dice que “todo lo malo” esta pasando en su país. Menciona el asesinato del presidente Jovenel Moïse y la ocurrencia de los terremotos y fenómenos meteorológicos, así como “la delincuencia que está acabando”.
Félix declaró que espera que la situación cambie y que su pueblo se recupere pronto de esa calamidad.
De su lado, Alfonso de Saint, un residente del Pequeño Haití, comentó que la nación haitiana ha sufrido mucho a través de su historia y que se le ha hecho difícil salir adelante por los gobernantes que les ha tocado tener.