Ante el aumento en la ocupación de camas UCI para COVID-19, el gobierno contempla ampliar las unidades que se destinan para estos casos tanto en el sector público como en el privado.
Así lo manifestó este sábado la vicepresidenta Raquel Peña, coordinadora del Gabinete de Salud.
“Como hubo un descenso en el contagio, se redujo el número de camas UCI, tanto a nivel privado como público, inmediatamente, ahora lo que estamos haciendo es ampliando la capacidad de respuesta”, declaró Peña a periodistas que le abordaron sobre el tema.
Al 13 de mayo, el 54.1 % de las camas de cuidados intensivos (UCI) destinadas a pacientes con COVID-19 en el país se encontraban ocupadas, mientras que el 43.8 % de los ventiladores estaba en uso. La mayor ocupación se registró en la red pública al tener el 58.6 % de su UCI ocupada, mientras que los centros privados tenían llenas el 50.8 %.
Peña habló durante la “Primera Jornada de Hipertensión Arterial: Prevención de Diabetes y Obesidad” realizada por el Ministerio de Salud Pública con el objetivo de dar seguimiento a las personas que padecen esta enfermedad y detectar a otras personas que desconocen que la tienen.
Según datos de la herramienta de Disponibilidad Hospitalaria COVID-19 del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo el 29 % de las camas de internamientos también estaban ocupadas.
Con relación a los centros privados del Distrito Nacional, seis reportaron el 100 % de sus camas UCI ocupadas. Las 16 camas de Plaza de la Salud hasta ayer estaban en uso, las 12 del Centro Médico Helohim, las 11 de Cedimat, las siete de la Cruz Jíminian, las seis de la clínica Abreu y la única con la que cuenta la Rodríguez Santos.
La clínica Ureña Arias dispuso de cinco camas UCI para pacientes COVID-19, todas ocupadas. La clínica Altagracia habilitó nueve y el 44 % estaba en uso.