Este lunes el ministro de Salud Pública informó que dicha dependencia no tenía en existencia ni había adquirido remdesivir, un fármaco sometido a ensayos internacionales que mostraron que podía reducir el tiempo de recuperación de los pacientes contagiados con el coronavirus.
Sin embargo, hoy miércoles, solo dos días después, Rafael Sánchez Cárdenas informó que el antiviral ya llegó a República Dominicana y se está vendiendo como parte de los tratamientos que se aplican contra el COVID-19.
Llama la atención la discrecionalidad con la que el Ministerio de Salud llevó a cabo el proceso de adquisición del medicamento, y el tiempo récord para que llegara al país y se distribuyera en los centros de atención médica.
Al ofrecer detalles sobre los medicamentos que se están utilizando en el país para tratar a pacientes con la enfermedad respiratoria, el funcionario dijo que están actualizando el protocolo para incluir el uso del remdesivir.
“Este es un proceso dinámico, estamos actualizando el protocolo de manejo del tratamiento del COVID-19 porque el remdesivir cuando se hizo este protocolo no estaba disponible en el país, y, sin embargo, ya ha llegado al país y se está vendiendo ya como parte del arsenal de tratamientos”, afirmó el ministro en rueda de prensa.
Lo que el ministro dijo el lunes
“Aclaramos que contrario a lo que se ha estado difundiendo en algunos medios, falsamente, el Ministerio de Salud Pública no tiene todavía el medicamento remdesivir en su almacén y no ha hecho compra todavía en esa dirección, de manera que las demandas que, y los rumores que se han puesto a circular, son falsos. El ministerio no cuenta con una existencia de remdesivir”, dijo el ministro el 3 de agosto previo a detallar el boletín epidemiológico sobre los casos de coronavirus en el país.
Estudios internacionales destacaron a finales de junio que el remdesivir, desarrollado por la empresa Gilead Sciences, pudiera ser uno de los medicamentos más potentes en la lucha contra el COVID-19.
Según un estudio estadounidense, este antiviral desarrollado recientemente para luchar contra la fiebre hemorrágica del ébola reduce ligeramente la duración del restablecimiento de los enfermos de covid-19 hospitalizados (de 15 a 11 días de promedio).
En cambio, no ha demostrado beneficios en lo que respeta a la reducción de la mortalidad.