El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, anunció este jueves la presentación de cargos criminales por narcotráfico contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
En rueda de prensa, Barr añadió que la denuncia incluye cargos de lavado de dinero.
Además de Maduro, que ya contaba con sanciones individuales, Barr también anunció cargos contra otras autoridades venezolanas.
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La medida supone profundizar la presión de Washington para forzar la salida del poder de Maduro, al que califica como gobernante "ilegítimo" y "dictador" y al que ahora considera también como líder de un cartel de drogas en colaboración con la exguerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La reacción del gobierno de Venezuela no se hizo esperar. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, criticó en un comunicado la acusación de la justicia estadounidense.
"El gobierno de Donald Trump vuelve a arremeter contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones democráticas, utilizando una nueva modalidad de golpe de Estado sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas que intentan minimizar el alto reconocimiento que posee Venezuela en la lucha contra el narcotráfico", denunció Arreaza.
Según reporta la agencia Reuters, el ministro de Industria de Venezuela, Tareck Zaidan El Aissami, también fue acusado este jueves de evadir las sanciones impuestas en febrero de 2017 al contratar empresas estadounidenses para reservar vuelos privados y de violar la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa en concreto a Maduro, entre otros cargos, de haber recibido US$5 millones por parte de las FARC en 2006 cuando era canciller en el gobierno de Hugo Chávez.