Para su construcción fueron necesarios 2,8 millones de metros cúbicos de hormigón, mientras que el cemento de bajo calor utilizado por primera vez en una obra de estas características es capaz de controlar las diferencias de temperatura, evitando así que la estructura se agriete.
La regulación térmica se logra gracias a los termómetros y a los tubos de refrigeración integrados al concreto que permiten medir su temperatura en tiempo real. En caso de calentamiento, su sistema inteligente de flujo de agua ajusta de manera automática el paso del agua para lograr el enfriamiento.
Su estructura de hormigón de doble curva tiene una altura máxima de 270 metros, mientras que el lecho de cimentación es de 51 metros de espesor, lo que la convierte en la represa de arco de 300 metros más angosta del mundo. Ese hormigón 'delgado' deberá almacenar unos 7.400 millones de metros cúbicos de agua.
Además de generar energía, la central también servirá para el control de inundaciones y la navegación y para promover el desarrollo económico local.
Del acto de inauguración de la planta participó el presidente de China, Xi Jinping, quien destacó la importancia de adherirse a los nuevos conceptos de desarrollo, alcanzar nuevos objetivos en materia de ciencia y tecnología, así como fomentar la excelencia en grandes proyectos.